Esta
mascarilla te irá muy bien si tienes el cutis sensible. Combatiremos
las arrugas, reafirmaremos la piel y equilibraremos su pH. Para ello, lo
primero que vamos a hacer es desgranar esa granada.
Una vez
hayas retirado la piel, solo tendrás que llevar todas las semillas a la
batidora junto con esa cucharada de miel. Obtén una pasta bien homogénea
para, después, verterla en un recipiente pequeño.
Aplicaremos
esta crema de granada y miel en nuestro rostro con ayuda de un disco de
algodón. Deja que actúe durante 20 minutos y después retira con agua
tibia.
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