Los precios del petróleo continúan la desenfrenada caída que comenzó en
junio de 2014, de modo que tanto el crudo Brent como el WTI han tocado
el umbral de 30 dólares por barril. “El cambio estructural que se está
produciendo en los mercados petroleros ha dejado vencedores y perdedores claros“, señala Stratfor, empresa estadounidense especializada en servicios de inteligencia y espionaje.
Según el análisis de esta compañía, en Oriente Medio y el norte de
África los países a los que más les afectarán esos precios bajos serán
Argelia, Irak, Irán y los países del Consejo de Cooperación para los
Estados Árabes del Golfo (CCEAG). A largo plazo, este colectivo no
entrará en crisis, pero sus miembros ya tratan de mantener sus reservas
en niveles altos para evitar acumular más deudas.
Por su parte, Arabia Saudita estudia la posibilidad de privatizar
activos, incluida la petrolera nacional Saudi Aramco. A su vez, Stratfor
señala que Rusia, cuyo presupuesto depende en gran medida de la venta
de petróleo, también podría privatizar una parte de Rosneft para recaudar fondos.
En América Latina, los precios bajos afectarán, sobre todo, a Venezuela,
pero Brasil y Ecuador también tendrán problemas. A pesar de la
situación, Estados Unidos ha mantenido un nivel alto de producción lo cual, junto con el retorno al mercado del petróleo iraní y otros factores, podrá reducir los precios aún más.
No obstante, aunque para los países importadores del petróleo los
precios bajos suponen un importante beneficio, un optimismo exagerado
puede perjudicarlos. En esta categoría se encuentran todos los países
europeos excepto Noruega, el principal productor de petróleo y gas
natural del continente. Según los datos del Fondo Monetario
Internacional, la tasa del crecimiento del PIB de ese país cayó del 2,2 %
al 0,8 % en 2015, mientras que su desempleo aumentó desde el 3,5 %
hasta el 4,2 % y puede serguir creciendo, advierte Stratfor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario