Los juegos de guerra de la OTAN son
parte de un intento continuo de EE.UU. de demostrar al mundo que está
dispuesto a correr el riesgo de entrar en una guerra mundial contra
Rusia para defender su derecho a propiciar cambios de régimen ilegales y
crear Estados fallidos, destaca el analista político independiente Dan
Glazebrook en una entrevista concedida a RT.
Bajo
el nombre de 'Respuesta fría', Noruega acoge los mayores ejercicios
militares anuales de Europa, en los que participarán alrededor de 15.000
soldados de Estados de la OTAN. El escenario reproducirá un conflicto
militar ficticio con las fuerzas armadas de un país con clima frío. Las
fuerzas de seguridad noruegas consideran a Rusia una de sus principales
amenazas, pese a que los funcionarios de la OTAN afirman que este hecho
no está vinculado con los ensayos militares.
Glazebrook destaca que los países de la OTAN y EE.UU. ya están
llevando a cabo una guerra económica contra Rusia a través de sanciones y
de su política de apoyo a Arabia Saudita que afecta a los precios del
petróleo. "Además, hemos visto cómo Turquía, miembro de la OTAN, ataca y
derriba el
avión ruso; también hemos visto en las últimas semanas a Turquía y
Arabia Saudita empezar la invasión de Siria", afirma el analista
político.
Tras sumar estos hechos, el analista destaca que "EE.UU.
está listo, capaz y dispuesto a librar una guerra mundial potencial con
Rusia. No solo para luchar contra Siria o Libia, sino en realidad
correr el riesgo de una guerra mundial contra Rusia para defender su
derecho a realizar un cambio de régimen ilegal, para crear estados
fallidos y para transformar a los países pacíficos en baños de sangre
sectarios".
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