Solemos pensar que los dolores de rodilla son más frecuentes en los ancianos o en los deportistas. Sin embargo, se trata de una dolencia que afecta a todas las edades, profesiones y actividades.
Puede
comenzar repentinamente tras hacer un movimiento determinado y al
principio ser una molestia leve que va empeorando. En este artículo te
contaremos cómo tratar los dolores de rodilla.
Son muchas las razones por las cuales una persona puede padecer
dolores en una o las dos rodillas. Entre las más frecuentes encontramos:
- Sobrepeso y obesidad
- Uso excesivo de la articulación (por trabajo o deporte)
- Antecedentes de artritis en la familia
- Edad
- Quiste de Baker (hinchazón detrás de la rodilla)
- Infección en los huesos o las articulaciones
- Enfermedad de Osgood-Schlatter
Cuidados básicos para el dolor de rodilla
Si los síntomas
han comenzado hace poco y son leves puede que con ciertas medidas
tomadas a tiempo la situación se revierta. Por ejemplo, se aconseja:
- Descansar más
- Evitar actividades o movimientos que provoquen dolores
- No cargar objetos pesados
- Aplicar hielo todos los días durante 15 minutos
- Mantener la rodilla elevada mientras se mira televisión
- Usar un vendaje elástico de los que se consiguen en las farmacias
- Dormir con un cojín debajo de la rodilla
- Consumir un antiinflamatorio suave si es necesario
Frío
El
hielo o las compresas frías son perfectas en el caso de que el dolor se
deba a una tendinitis o un golpe y siempre cuando haya inflamación.
Pon unos cubos de hielo en una bolsa y aplica encima de la rodilla no más que 15 minutos seguidos.
Vegetales antiinflamatorios
El ají
picante (o chile) es uno de los mejores remedios externos para los
dolores articulares de rodilla. Una pequeña cantidad es suficiente para
evitar la irritación en la piel. Solo hay que pasarlo por la zona
afectada con un poco de agua.
Las otras verduras con estas
propiedades son el ajo y la cebolla. En ambos casos la aplicación es
tópica. Corta por la mitad una cebolla o un diente de ajo y frota lo más
vigorosamente posible.
Especias
El jengibre
tiene la capacidad de aliviar los malestares musculares y tratar
problemas articulares sobre todo en las personas que padecen
osteoartritis. Otra de las especias que puedes emplear es la cúrcuma.
En ambos casos se recomienda añadirlos a las comidas e incluso preparar un té con jengibre o un vaso de leche tibia con cúrcuma.
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