En su intervención ante la Conferencia de Seguridad internacional en
Múnich, el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, resaltó que no puede
ser que sea necesaria una tercera convulsión mundial para comprender la
necesidad de cooperar, en vez de enfrentarnos.
Medvedev instó a Occidente a abandonar la "doctrina de disuasión" contra
Rusia y aunar esfuerzos para abordar los problemas existentes.
Medvédev considera que es necesario iniciar el restablecimiento de la confianza, aunque no es un proceso fácil. "No
puede haber ninguna condición previa. O es algo que necesitamos todos, o
no es necesario para nadie. Y entonces esto [el restablecimiento de la
confianza] no llegará", agregó el primer ministro.
El jefe de Gobierno citó al expresidente de Estados Unidos John F.
Kennedy, quien dijo que "las políticas nacionales sólo pueden arruinar
elecciones, pero la política exterior puede matarnos a todos". Medvedev
agregó que en los años 60 las partes fueron capaces de entender que
ninguna confrontación de los Estados vale más que la vida de las
personas.
Medvédev, señaló que la relación entre Rusia y la OTAN ha caído de nuevo en una Guerra Fría.
Medvédev enfatizó que la línea política de la OTAN hacia Rusia "sigue siendo poco amistosa y cerrada".
Prácticamente todos los días nos tachan de ser la "más terrible amenaza
para la OTAN" en su conjunto, o para Europa en particular, o para
América y otros países, expresó. "Hacen películas amedrentadoras en las
que Rusia empieza una guerra nuclear. A veces pienso: estamos hoy en
2016 o en 1962", dijo Medvédev.
Medvédev ha advertido del riesgo de una operación terrestre en
Siria. Para llevar a efecto la resolución de la ONU sobre la
normalización del problema de Siria, la clave será la cooperción entre
los militares rusos y de EE.UU.
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