Tal vez muchos de nosotros cuando éramos niños tuvimos la oportunidad de
jugar en el lodo, barro, fango, hacía falta sólo un poco de tierra y
agua para moldear con las manos o herramientas de juguetes toda clase de
figuras que resultaban divertidas, no obstante, a medida que crecemos,
la tierra y el fango parecen cosas que sólo queremos mantener lejos,
sorprendentemente, ciertas arcillas tienen cualidades
consideradas medicinales, y lejos de desear no tener contacto con ellas,
luego de conocer sus propiedades es posible que queramos darnos un buen
baño de arcilla.
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